CHETUMAL, 24 de septiembre. – El Ordenamiento Ecológico Local Comunitario Participativo (OELCP) del ejido Aaron Merino Fernández es un instrumento legalmente reconocido por la SEMARNAT, para crear dentro de su territorio una ciudad “esponja”, que bien podría utilizarse en toda la cuenca lagunar e inutilizaría un área natural protegida u otro instrumento restrictivo indicó María Luisa Villareal Sonora.
La investigadora ambiental abundó que este instrumento regulador es resultado de 4 años de investigaciones y un profundo proceso consultivo que espera se convierta en una guía y ejemplo mundial, pero sobre todo para los demás ejidos que tienen influencia en la cuenca lagunar de Bacalar.
Señaló que el documento base de desarrollo integral nace de una decisión de la comunidad ejidal para crear un área destinada voluntariamente a la conservación, con ordenamiento ecológico propio y hasta un programa de desarrollo urbano para un asentamiento humano reconocido por el Registro Agrario Nacional.
Manuel Jesús Poot Cojob, presidente del comisariado ejidal de Aarón Merino Fernández, agradeció en primera instancia al Presidente Andrés Manuel López Obrador la oportunidad de que los núcleos ejidales puedan autorregular su crecimiento, mediante el Ordenamiento Ecológico Local Comunitario Participativo (OELCP).

El comisariado ejidal estuvo acompañado del presidente del Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar, Roberto Salgado Sangri y de los consultores María Luisa Villarreal y Hugo Galleti en una reunión en la que se explicó que con el Ordenamiento Ecológico Local Comunitario Participativo (OELCP), se demuestra que desde adentro, con una visión humana de los ejidatarios y propietarios de tierras, se puede planificar un desarrollo sustentable comunitario, sin necesidad de ningún otro tipo de instrumento de supuesta conservación.
En ese sentido, Roberto Salgado Sangri, del CONCLAB refirió que esta es una muestra de que los propios ejidos pueden autoregularse por lo que no es necesario ningún Área Natural Protegida, Ramsar o Hábitat Crítico que, desde hace 7 años políticos y empresarios amparados en organizaciones seudo ambientalistas, como Amigos de Sian Ka’an, han pretendido imponer en el sistema lagunar Bacalar Chetumal, al que solo buscan tener control del agua y tierras costeras.
Tanto el comisariado ejidal, Manuel Jesús Poot Cojob, como la consultora María Luisa Villarreal señalaron que para la protección ambiental y el manejo de recursos en Aaron Merino Fernández se considera mantener zonas permeables provista de vegetación en todo el territorio, corredores y unidades de gestión ambiental (UGA) para proteger los ecosistemas y los recursos hídricos dentro de las zonas de conservación y de aprovechamiento sostenible, no como islas o parches aislados, sino como corredores que facilitan la conectividad entre diferentes zonas, asegurando la continuidad de los procesos ecológicos y hidrológicos esenciales para la región.

Rodolfo Valle Villaseñor, empresario turístico del sur de Quintana Roo, consideró que es oportuno para los demás ejidos y pequeños propietarios establecidos en la Cuenca Lagunar de Bacalar, adoptar un instrumento de esta naturaleza para anular cualquier pretensión de querer imponer una medida restrictiva que frene el desarrollo del Sur.
“Pediría a esas autoridades con intenciones de conservación que nos ayuden a resolver los problemas principales de contaminación como los tiraderos a cielo abierto y drenaje sanitario, que provocan deterioro al medio ambiente, desde Huay-Pix hasta Buenavista.